Ophelia se encuentra en una situación precaria: una casa en ruinas y deudas abrumadoras. La propuesta de Lysander Metaxis, un millonario griego con reputación de mujeriego, de casarse con ella la perturba profundamente. Ophelia pronto descubre que Lysander está más interesado en su propiedad y en su cuerpo que en un matrimonio genuino. Sin embargo, para conservar lo que más valora, se ve obligada a aceptar su proposición. A pesar de su matrimonio por conveniencia, Ophelia se niega a someterse a un marido que no la ama.