Filomena es una niña que constantemente mete la pata, pero lo importante es que actúa con buenas intenciones. En esta historia, a Filomena le encanta regar las plantas del balcón. Un día, se da cuenta de que la planta de su vecina está un poco seca y decide regarla. Sin embargo, no lo hace muy bien y termina mojando a todos los que pasan por la calle, incluyendo a un padre que no quiere llevar a sus hijos al cine y a una niña presumida. Pero a los niños que iban con su padre y a la amiga de la niña presumida les viene muy bien que Filomena los haya rociado. Al final, Filomena acierta a regar la planta del balcón de abajo, pero la vecina se enfada mucho porque su planta era de papel y se ha estropeado. Filomena se esconde en un rincón, muy triste porque piensa que siempre mete la pata. ¡Lo que no sabe es que ha ayudado a mucha gente!