En este libro, el periodista ganador del premio Pulitzer, George Weller, relata sus experiencias como uno de los primeros observadores en Nagasaki después del bombardeo atómico. Sus despachos censurados, descubiertos por su hijo Anthony Weller, ofrecen una visión sin precedentes de la devastación y el sufrimiento humano. Weller también documenta las historias de los prisioneros de guerra aliados que fueron liberados de los campos japoneses cercanos. Este relato histórico proporciona una perspectiva única sobre los eventos que marcaron el final de la Segunda Guerra Mundial.