En julio de 1945, el fiscal federal de los Estados Unidos, Devlin Judge, llega a Alemania para formar parte del tribunal internacional que juzgará a los criminales de guerra nazis. Sin embargo, Judge tiene un objetivo personal: encontrar a Erich Siegfried Seyss, el hombre responsable de la muerte de su hermano. Seyss, un antiguo oficial de las SS y velocista olímpico, ha escapado de un campo de prisioneros de guerra, dejando un rastro de cadáveres a su paso. A medida que Judge avanza en su persecución, se da cuenta de que Seyss no actúa solo, sino que está embarcado en una misión para cumplir un último servicio a su patria, siguiendo órdenes de alguien insospechado.