En este libro, Rory O'Connor nos transporta a su infancia rural en Knocknagoshel, Kerry, durante la década de 1930. A través de los ojos del hijo del maestro de escuela local, el autor evoca el mundo de una granja, la familia que allí vivía y la comunidad que los rodeaba, poblada de personajes entrañables. Con una prosa lírica y evocadora, O'Connor describe las maravillas, imaginaciones, aprehensiones y temores de un niño en crecimiento, así como las sombras oscuras proyectadas por el pasado de su padre y de Irlanda. Una evocación mágica de una infancia en el Kerry de los años treinta.