Traducción de Flora Casas. El médico estaba al lado de la cama, mirando la cara pálida y exhausta de la joven. No la había visto hasta entonces. Ella y su esposo eran nuevos en la ciudad. La dueña de la fonda, que había ido a ayudar en el parto, le había dicho que el marido trabajaba en la aduana, en la frontera, y que habían llegado a la fonda sin avisar, hacía tres meses, con un baúl y una maleta. Características: 164 pág. rústica con solapa14x20,5 cm