Desde que Sagrario ha muerto las cosas son distintas para Natalia su hermana y para sus padres que en un intento por protegerla de la tristeza la envían al campo a pasar el verano. Allí en la vieja casona familiar se reúne con sus primos Irlanda y Roberto que con la ayuda de unos amigos se han propuesto adecentar la casa para venderla. Así comienza ese verano en que Natalia una joven tímida que apenas ha salido de su entorno familiar vivirá envuelta en flores secas vestidos antiguos conjuros mágicos sueños y pesadillas. Y en ese mundo frágil que resurge con la oscuridad y en el que nada es como parece ser se pone de manifiesto la insalvable distancia que separa a Natalia de sus primos especialmente de la encantadora y dulcísima Irlanda.