En junio de 1944, Jacob, un joven judío de Constantina, es reclutado para liberar Francia. Su familia, de origen humilde, espera con ansias su regreso, desconociendo los horrores que ha vivido en la guerra. La aceleración de la historia pronto provocará su propio desarraigo. La novela relata la guerra de Jacob, la preocupación de su madre Rachel y la vida cotidiana de su familia lejos del frente, entre el francés y el árabe, y entre las culturas judía y musulmana. Los atentados se multiplican y la familia se ve obligada a exiliarse en el país donde Jacob encontró la muerte tras el asesinato del jeque Raymond en junio de 1962.