En este libro, Gaston Kelman aborda con humor y franqueza la condición del negro en la sociedad francesa. A través de anécdotas y reflexiones, el autor desafía los prejuicios cotidianos y reivindica su identidad como negro de origen camerunés, pero también como ciudadano francés. Este ensayo es un alegato contra la discriminación y la intolerancia, que invita a la reflexión sobre la integración y la diversidad cultural.