Este libro es una extensa guía para interpretar el pensamiento de Joan Fuster sobre temas filosóficos. Recoge una larga conversación entre la autora, su hermano Josep Lluís y el propio Fuster, junto con documentos de especial interés. El libro testimonia las inquietudes de Fuster más allá de la defensa de la lengua propia, abordando la modernidad desde la perspectiva del franquismo y las angustias de una transición que no le satisfacía.