Miyax huye de su casa y se encuentra perdida en el corazón de Alaska, sin comida ni recursos. A sus trece años, decide enfrentarse a la tundra helada, donde una manada de lobos se convierte en su única esperanza para sobrevivir al hambre y al frío. Este libro es un canto a la naturaleza y una reflexión sobre la relación entre el ser humano y el medio ambiente.