El sargento Keroro y sus anfibios no logran conquistar Pokopén, ni siquiera con la incorporación del cabo Dororo. Tal vez sea por el calor del verano. Insectos antropomórficos, alta tecnología y el descubrimiento de los secretos de los dibujantes de manga se encuentran entre sus próximos y alocados planes. Este tomo, el número 8 de la serie, continúa las divertidas aventuras de Keroro y compañía.