400 p. páginas. RESUMEN GENERAL Tres letras madres, siete dobles y doce simples. Tales son las veintidÛs letras con las cuales ha sido hecho el Tetragrama YHVH, es decir, Nuestro Dios Sabaoth, el Dios sublime de Israel, el AltÌsimo que habita en los Siglos. Y su nombre santo crea tres padres y sus descendientes, y siete cielos junto con sus cortes celestiales y doce lÌmites del Universo. La prueba de todo esto, su fiel testimonio, es el Universo mismo, el Tiempo y el Hombre. El hizo que se erigiesen como testigos y les esculpiÛ bajo forma de tres, siete y doce. Son asÌ doce los signos y los jefes en el DragÛn celeste, el ZodÌaco y el CorazÛn. Y son tres el Fuego, el Agua y el Aire. El fuego por encima, el Agua por debajo y el Aire en el medio, lo cual significa que este ?ltimo participa de los dos anteriores. El DragÛn celeste, es decir, la Inteligencia en el Mundo, el ZodÌaco en el Tiempo y el CorazÛn en el Hombre. Son tres, el Fuego, el Agua y el Aire. El Fuego superior, el Agua inferior y el Aire en su medio, puesto que participa de ambos. El DragÛn celeste es semejante en el Universo a un rey sobre su trono. El ZodÌaco en el Tiempo es semejante a un rey en su ciudad, y el CorazÛn en el Hombre es semejante a un rey en la guerra. Y Dios les hizo opuestos, Bien y Mal. Y El hizo el Bien del Bien y el Mal del Mal. El Bien prueba el Mal y el Mal prueba el Bien. El Bien es abundante en los justos y el Mal lo es en los impÌos. Y cada uno de ellos est· constituÌdo por el ternario.Siete partes est·n integradas por dos temarios, en medio de los cuales se encuentra la Unidad. El Duodenario est· integrado por dos partes opuestas: tres amigos, dos enemigos, tres vivientes que vivifican y tres que matan y Dios, como Rey fiel, que gobierna a todos desde el umbral de su Santidad. La unidad domina sobre el temario, el temario sobre el septenario, . el septenario sobre el duodenario, pero cada parte es inseparable de todas las otras, como ya lo comprendiÛ nuestro padre Abraham y asÌ lo considerÛ, lo examinÛ y profundizÛ en ello hasta llegar a conocer, esculpir, grabar y componer todo esto, de manera que por tal proceder, la criatura se uniera al Creador. Entonces el Maestro del Universo se le apareciÛ, le llamÛ su amigo y estableciÛ una alianza eterna con Èl y con su posteridad, como ha sido escrito: El creyÛ en YHVH, y esto fue tenido en cuenta como una obra de justicia. Y El sellÛ un pacto con Abraham, entre los diez dedos de sus pies, y es el pacto de la circuncisiÛn, y otro entre los diez dedos de sus manos, y es el pacto de la lengua. El uniÛ las veintidÛs letras a su lengua y le revelÛ su misterio. Ellas hizo descender junto con el agua y remontarse con el fuego, las arrojÛ en el aire, las iluminÛ en los siete planetas y las expandiÛ en los doce signos celestes.