La personalidad controvertida rebelde inconformista romántica y realista a la vez de Máximo Gorki ha dado lugar a su estilo personal e inconfundible. En su época la popularidad social de Gorki se equiparó a la de Chéjov o Tolstói tal era la fuerza que transmitía y el atractivo que sentía el público lector de la etapa más delicada en la historia de la fase revolucionaria rusa. Gorki soñó con hacer posible la consecución de una mejora en la vida social de los obreros brutalmente castigados por la industrialización terminar con las injusticias sociales que herían hondamente el alma del hombre convirtiéndolo en un lobo para el hombre.