«La mirada encantada» de Dolors Sistac es una obra literaria donde el espacio juega un papel fundamental. Tírvia, refugio estival de la autora durante años, se convierte en el escenario desde el cual Sistac escribe, lee y conversa. El libro destaca por su colección epistolar dirigida a Clara, quien se convierte en confidente, recogiendo con sencillez y amor la alegría y el sufrimiento que brotan del corazón de la protagonista. Estas prosas son un detalle de vida, la mirada de una mujer llena de sabiduría que disfruta de las pequeñas cosas, que ama y vive su lengua, la literatura y su país.