Un detective fracasado recorre Estados Unidos tras la pista de una asesina, una mujer que «liquida maridos tan pronto le llenan la cuenta bancaria», y que podría ser su hija. Tal vez para expiar sus propias culpas, el hombre se dedica a borrar cualquier huella que pueda inculparla. La historia transcurre ágilmente a lo largo de tres décadas y narra en detalle más de cien asesinatos, que dan sustancia a una de las novelas policiales más perturbadoras que se hayan escrito jamás. Considerada por Le Monde en 1983 como la mejor novela del género publicada en Francia en una década.