Barcelona, julio de 1936. Anselmo Pardo, policía, juega su partida de dominó de todos los viernes en compañía de sus mejores amigos. Los cuatro comparten su afición por el juego y permanecen ajenos a los cambios radicales que van a producirse en sus vidas y en las circunstancias de todo un país. Pardo deberá a partir de ese momento adaptarse a las complicadas condiciones que impone una guerra civil. Junto a él, una miríada de personajes toman posiciones en el tablero de juego: un espía fascista, uno de los asesores rusos encargado de frenar sus actividades, además de los políticos del momento -Companys y Tarradellas- y partidos anarquistas y comunistas que confluyen en la trama afectando a Anselmo. Los pensamientos y actitudes de cada uno de ellos irán modificándose a medida que las circunstancias se endurezcan y no haya lugar para la duda o la templanza. Cada uno de los protagonistas acturá en función de sus propios intereses, ideológicos o personales, pero todos persiguen lo mismo: conseguir la victoria en la partida.