Este libro explora la regulación de la prostitución en el norte de Francia durante el período de entreguerras. Analiza cómo el sistema regulatorio, que se creía en declive a finales del siglo XIX y principios del XX, experimentó un resurgimiento después de la Primera Guerra Mundial. La obra examina los debates jurídicos, teóricos e ideológicos, así como las relaciones de poder de las autoridades reguladoras y la implementación concreta de esta regulación, mostrando cómo el control se extendió más allá de la prostitución para abarcar la sexualidad en general, impulsado por el miedo.