Guillem Gual, un crítico literario inflexible con fama y enemigos a partes iguales, es asesinado. Junto al cadáver, se encuentra un pequeño libro: 'El asesinato considerado como una de las bellas artes', de Thomas de Quincey. ¿Coincidencia o pista? Cuando el filósofo J.F. Escrivà aparece muerto con un libro de Jean-Paul Sartre al lado, el desconcierto de los inspectores valencianos Tena y Espinosa aumenta. Con la llegada del inspector Alcácer de Madrid, las entrevistas con el mundo literario y cultural revelan un retrato mordaz de la burguesía valenciana. Esta novela une intriga y comedia de costumbres, ofreciendo un retrato de la burguesía valenciana en un contexto de misterio y crítica social.