Este libro de la colección In Situ invita a un recorrido en el tiempo para conocer las herejías medievales, en particular el catarismo, las personas que se adhirieron a él y quienes los combatieron. Este tramo de la historia está marcado por eventos y dramas, pero también por sitios y monumentos que conservan toda la memoria. En los primeros siglos de nuestra era, el dogma cristiano se elabora poco a poco. Aquellos que se desvían de él, los herejes, son excluidos de la Iglesia, o incluso combatidos por los poderes temporales. En el siglo XII, en los cuatro rincones de Europa, un cristianismo dualista, el catarismo, interpela a muchos creyentes preocupados por observar mejor los preceptos evangélicos. Su implantación en Occitania inquieta a los poderes eclesiásticos. En 1208, el papa Inocencio III lanza un llamamiento a la cruzada contra estos albigenses. Durante más de un siglo, tragedias y desgracias se abatirán sobre un Languedoc que será reunido al reino de Francia, en 1271, y de donde la herejía cátara aparecerá totalmente extirpada, en 1321.