En la costa de Arcachón, un grupo de adolescentes burgueses lleva una vida tranquila. Justine, recién llegada de Alsacia con su madre, es reclutada por un notable local. Rápidamente se une al clan de Théo, el hijo menor de la familia. A través de los recuerdos de Justine, se revelan los rituales, la camaradería y la despreocupación de esos años, todo bajo la atenta mirada de los padres. Sin embargo, una mañana en la playa, un trágico suceso ocurre, señalando a los Indiferentes como posibles culpables. Con un estilo incisivo, Julien Dufresne-Lamy retrata a una juventud tan cruel como extraordinaria.