En la Europa del siglo XVII, la bebida de moda es el café, que despierta pasiones de todo tipo. Algunos dicen que causa impotencia, pecado y muerte, mientras que otros lo elogian como una poción afrodisíaca, remedio o panacea universal. Félix Dufoy emprende la búsqueda del mejor café, pero con una peculiaridad: lo huele, lo observa, pero no lo prueba. Con él, nos embarcamos en una aventura singular, desde el Londres protestante hasta el harén de Estambul, desde las montañas de Arabia hasta los infortunios de Abisinia, desde la candidez de Negreria hasta la Francia cínica de Voltaire y, finalmente, hasta el Brasil de las grandes plantaciones. Pero este libro de viajes es también un viaje interior, porque Félix Dufoy nos lleva a revelaciones insólitas, a enigmas que se esconden en su pasado personal.