En la Colombia de los últimos cincuenta años, los cárteles de la droga, los grupos insurgentes y el gobierno han luchado por el control del tráfico de drogas, destruyendo vastas extensiones del Amazonas y devastando comunidades indígenas. Inspirada en estos eventos, la novela de Jaime Manrique entrelaza dos narrativas: la historia de una serie de asesinatos conocidos como los falsos positivos y la historia de dos sacerdotes católicos homosexuales que se enamoran al conocerse en el seminario. Lucas e Ignacio entran al seminario con el deseo de ayudar a los demás y obtener una educación, pero su amor visceral pasará por etapas de pasión, indiferencia, rabia y un compromiso final de permanecer juntos hasta el final de sus vidas. Trabajando en una comunidad compuesta en gran parte por personas desplazadas por la guerra, Ignacio tropieza con la historia de los falsos positivos, lo que pondrá en grave peligro las vidas de los dos hombres.