Este libro, escrito por Christophe Charle, explora el auge de los intelectuales en el siglo XIX, un período marcado por la expansión de la educación, la producción bibliográfica y la prensa. Charle analiza cómo los intelectuales se convirtieron en un nuevo grupo social, influyendo en la vida cultural y política como precursores del pensamiento y agentes de cambio. Desde una perspectiva europea, el autor examina la diversidad de su compromiso y su impacto en la sociedad.