James Logan sabe que ha llegado el momento de casarse y tener un heredero. Megan es la mujer perfecta para sus planes: tímida e inexperta, se deja seducir rápidamente por el encanto peligroso del millonario poderoso de la industria publicitaria de Sidney y se casa, ya embarazada. Sin embargo, al terminar la luna de miel, Megan pierde al niño y ve todo con claridad: está atrapada en un matrimonio por conveniencia, y James espera que conciba otro hijo rápidamente. Debería pedir el divorcio, pero debe enfrentar la incómoda verdad: se ha enamorado de su inhumano marido.