En este libro, Ramon Arrufat no escribe una biografía al uso del líder independentista Francesc Macià, sino un compendio de reflexiones sobre su trayectoria política desde la época de la Solidaritat Catalana hasta la aprobación del Estatuto de 1932. El libro es un testamento político, un resumen de la experiencia de lucha por la independencia, dedicado a la juventud catalana de los años sesenta, cuando se vislumbraban esperanzas de renacimiento nacional. Arrufat ofrece la visión de un separatista disidente e intransigente, que rehúye la politiquería y refleja la mentalidad, el sentido de país y el antiespañolismo que animaba a muchos jóvenes de las clases populares, especialmente de Lleida, que formaban la base militante de Estat Català, Esquerra y otros grupos de la época como Nosaltres Sols.