En una lujosa casa cerca de Saint-Tropez, David y Marie-Hélène Paul-Martin pasan el verano como cada año, rodeados de sus hijos y amigos, formando una sociedad artística y mundana. Sin embargo, la llegada de Malika, una joven marroquí contratada para cuidar a los niños y realizar tareas domésticas, perturba la tranquilidad de las vacaciones. La presencia de Malika desencadena pasiones ocultas y sentimientos inesperados, transformando el ambiente idílico en un torbellino de emociones. ¿Es Malika una criatura mágica o simplemente una joven inocente que despierta los fantasmas de quienes la rodean? Esta novela invita a reflexionar sobre la complejidad de las relaciones humanas y el poder de la percepción.