Manuela tiene la piel de color abeja, ardilla y alondra. Le encanta tomar el sol para que su piel se vea color caramelo, cacao y canela. Un hermoso libro para jugar con las letras y los colores, donde las imágenes mezclan un collage fotográfico con elementos dispersos, creando un mundo de imaginación. No es un libro que cuente una historia, sino una invitación a pasear y entrar al mundo de la imaginación en cada página.