Este es el tercer tomo de las memorias de François-René de Chateaubriand, que abarca desde la Restauración hasta la Revolución de 1830. En esta obra, Chateaubriand reflexiona sobre su carrera política como par de Francia, embajador y ministro de Asuntos Exteriores, aunque evita profundizar en el ejercicio del poder. El autor describe una Restauración que se desdibuja bajo la creciente influencia del mito napoleónico, ofreciendo una visión desencantada de la época.