Laura Grady ha dedicado su vida a criar a su hijo, un niño con necesidades especiales. Después de cinco años sin trabajar, comienza a trabajar como enfermera en el Hospital General de Dalverston, donde se siente atraída por el jefe de pediatría, Mark Dawson. Laura cree que no puede darle a Mark la felicidad que se merece, ya que su hijo siempre será su prioridad. Sin embargo, Mark ve en Laura a alguien tan especial como su hijo y está decidido a demostrarle lo contrario.