Este libro plantea serias dudas sobre el papel de los medios de comunicación de masas en la transmisión de valores. Más allá de viejos estereotipos, los estudios científicos que presenta y analiza indican que las nuevas tecnologías han cambiado los paradigmas culturales y, a veces, también los esquemas de valores. Ya no se trata solo de cuantificar e interpretar lo que vemos y escuchamos de bueno y malo a través de los medios y las nuevas tecnologías. El reto ya no es qué pueden hacer los medios por nosotros y por nuestros valores, sino reflexionar sobre qué podemos hacer todos nosotros para que los medios de comunicación hagan lo que deben hacer. Tal como dice el autor, “los valores fundamentales no se deben ver, se deben vivir”.