En el año 1226 a.C., en la capital de Egipto, nace Masesaya, nieto del gran Ramsés II. Una profecía revela a su madre, la princesa Tajat, que el nombre de su hijo perdurará en la historia. Tajat, quien siente aversión por su esposo, el cruel príncipe Nefersetrá, presiente que su hijo está destinado a derrocar a su padre y convertirse en un faraón aún más poderoso que el propio Ramsés II. Rebeliones, intrigas de poder, luchas fratricidas y misteriosas revelaciones se entrelazan en esta epopeya que narra el éxodo del pueblo israelita liderado por un faraón rebelde. La historia se presenta desde una perspectiva insólita y apasionante, con un firme alegato contra la intolerancia y el integrismo de cualquier índole.