Natalia es una forense adicta al trabajo en Nueva York. Cuando su hermana Jessica le pide que regrese a Toledo para conocer a su prometido, Alfredo, Natalia se encuentra con Ewan, un amigo de la infancia de Alfredo. A pesar de no creer en el amor y tener una norma estricta de no repetir con el mismo hombre, Natalia se verá envuelta en situaciones alocadas y peligrosas con Ewan, mientras intenta evitar enamorarse de él. La llegada de su abuela, obsesionada con encontrarle novio, los caprichos de su hermana y un extraño suceso que amenaza a su familia harán de estas vacaciones algo inolvidable. Una novela que nos recuerda que siempre hay un lugar para el amor.