En 'Not the End of the World', Christopher Brookmyre nos presenta una trama donde la tripulación de un buque de investigación oceánica desaparece en el Pacífico junto con su mini-submarino. Paralelamente, una estrella mediática evangélica organiza un mitin cerca de una convención en Los Ángeles dedicada al entretenimiento cinematográfico. La policía, anticipando problemas, no se equivoca. Sin embargo, no prevén la llegada de un fotógrafo de Glasgow con un acento incomprensible y una aversión a la hipocresía, ni la presencia de un terrorista con acceso a plutonio y Semtex. Brookmyre ilumina las preocupaciones egoístas de la sociedad de los años 90, ofreciendo al mismo tiempo un entretenimiento hilarante.