Amaryllis Monceau, una maestra de escuela normanda, se casa con Pépito Sanchez, un mexicano de color y pintor. Viven en el campo en el oeste de Francia, con los tres hijos mestizos que les nacieron. Historia de una felicidad a la vez cálida y dulce. De un amor triunfante, apasionado, de pareja marginal que logra, con el paso de los días, a fuerza de sinceridad en los sentimientos, de sentido de libertad verdadera, aquella que se impone casi sin agresividad ni escándalo, a hacer aceptar a los demás su verdad, su anticonformismo cálido y apacible. La crítica ha saludado desde su publicación esta novela de un encanto incomparable y de una calidad excepcional.