Nikandros Drakos, el príncipe temerario de Drakon, solo se permitía una noche con Mia Rodriguez, a pesar de desearla durante diez años. Tenía que asumir las obligaciones que su país exigía y que él había negado durante mucho tiempo. Sin embargo, cuando su aventura ardiente resultó en un embarazo inesperado, Nik no descansó hasta que aquel hijo se convirtiera en parte de la línea de sucesión de Drakon. Para reclamar a su heredero, Nik tenía que hacer que la rebelde Mia fuera su esposa y su princesa.