Este libro es una monografía concisa sobre el artista Paul Gauguin, uno de los pintores más importantes de finales del siglo XIX. La obra de Gauguin influyó profundamente en el desarrollo del arte del siglo XX. El libro explora sus inicios como impresionista y su evolución hacia un estilo de máxima expresividad a través del color. Se destacan sus paisajes de Tahití y su proximidad a otros maestros de la modernidad como Van Gogh y Cézanne.