Tiffy Moore necesita un piso barato urgentemente. Leon Twomey trabaja de noche y necesita dinero. Sus amigos creen que están locos, pero es la solución ideal: Leon usa la cama mientras Tiffy está en la oficina y ella dispone del apartamento el resto del tiempo. Se comunican mediante notas, resolviendo cuestiones vitales como quién se ha acabado la mantequilla y si la tapa del váter debe estar subida o bajada. Sin embargo, exnovios obsesivos, clientes exigentes y un hermano encarcelado complican la convivencia. Tiffy y Leon están a punto de descubrir que lograr la convivencia perfecta no es fácil, y que convertirse en amigos puede ser solo el principio.