Nacemos cuando morimos vivimos para luchar y morimos por nuestros protegidos. Si yo muero él se queda sin su luz. Si él muere mi vida se pierde. Siempre han estado ahí desde los albores del mundo cuidándonos y protegiéndonos desde nuestra infancia. Durante años han recibido innumerables nombres aunque ellos se hacen llamar protectores. Son entes que viven en Celeste y luchan contra las sombras de Oscura: seres tenebrosos que quieren infectar nuestras almas.