Matt O'Brien, restaurador de arte en el museo Metropolitan de Nueva York, descubre un cuadro que había pasado desapercibido. Intuyendo una figura femenina oculta, se vuelca en su restauración. Tras el proceso, se obsesiona con la joven del cuadro, a quien llama Anna. Matt, apasionado del Quattrocento, viaja a Italia y se refugia en el studiolo del museo, donde encuentra respuestas y descubre la identidad de la mujer del cuadro: una noble italiana que también dedicó su vida al arte. Una novela cautivadora sobre arte y obsesión.