En el verano de 1766, el rey de Prusia se enfrenta a problemas de dinero debido a la construcción del Neues Palais. Cuando aparece el cadáver del constructor despedido durante la inauguración de una fuente en Sans Souci, y un recaudador de impuestos es encontrado muerto en Berlín, el rey encarga a Honoré Langustier investigar ambos casos. Las pesquisas revelan conexiones misteriosas entre los crímenes, desvelando una trama de intrigas y una banda de criminales.