Ravana y Eddie son dos niños, un hindú y un católico, que viven en el mismo edificio en Bombay. A pesar de sus diferencias religiosas y culturales, se ven obligados a interactuar y, a través de sus experiencias, la novela explora temas de identidad, prejuicio y la complejidad de las relaciones humanas en un contexto multicultural. La historia transita entre lo cómico y lo dramático, ofreciendo una visión agridulce de la vida en la India.