Tras romper con su marido y sufrir amenazas anónimas, la abogada Emily Graham busca un nuevo comienzo. Decide comprar una casa de estilo victoriano en Spring Lake, que perteneció a sus antepasados. En 1892, la desaparición de un joven familiar obligó a vender la casa. Un siglo después, Emily restaura la casa y construye una piscina en el jardín, pero un macabro hallazgo conecta crímenes del pasado con el presente, poniendo a Emily en el punto de mira de una mente perversa.