Roberto está preocupado porque su gato Trepa está enfermo y podría morir, como le sucedió a su mejor amigo Joaquín, quien falleció en un accidente de tráfico. Roberto no pudo asistir al funeral, pero sus abuelos idean una forma para que pueda comunicarse con él. Tras un fin de semana fuera de lo común, Roberto se enfrentará a la policía, al mal carácter de su padre y a la muerte. Una historia conmovedora sobre la amistad, la pérdida y la superación personal, ideal para jóvenes lectores.