En 'Sangre en el espejo de la reina', Carter Dickson nos presenta un enigma intrigante. En un pabellón aislado, rodeado de nieve inmaculada, se descubre el cadáver de una mujer. Lo desconcertante es que las únicas huellas visibles son las del descubridor del cuerpo, y el asesinato parece haberse cometido después de que cesara la nevada. Sin rastro del asesino ni dentro ni fuera del recinto, ¿se trata del crimen perfecto o de un desafío a la lógica deductiva? Sir Henry Merrivale se enfrenta a este misterio que desafía toda explicación.