Sarah tiene una pasión: la danza. Baila todo el tiempo y en todas partes, incluso en la escuela. ¡Incluso nos hace repetir un gran ballet! Pero hoy, la maestra ha pedido ver a sus padres porque no escucha en clase. Sarah ya no irá a clases de baile si no tiene mejores notas. Así que todos le hacemos recitar sus lecciones para que siga bailando y se convierta en una bailarina estrella. Muchas niñas pequeñas están fascinadas, como Sarah, por la danza clásica y los ballets. Pero no siempre es fácil conciliar esta disciplina deportiva y artística con el aprendizaje escolar. Solidarios con Sarah, Agathe y sus amigos descubren lo que significa "ser apasionado".