En 2002, Thad Roberts, un becario de la NASA, ideó el robo más audaz jamás concebido: robar las preciosas rocas lunares de la NASA. Con la ayuda de su novia y otra compañera, ambas pasantes de la NASA, Roberts robó con éxito las rocas. Sin embargo, vender las invaluables piedras resultó ser la perdición de Roberts. Mezrich ha examinado miles de páginas de registros judiciales, transcripciones del FBI y documentos de la NASA, y ha entrevistado a la mayoría de los participantes en el delito para reconstruir este atraco al estilo de Ocean's Eleven, una historia disparatada de genio, amor y duplicidad que se lee como un viaje de emociones de Hollywood.