La lagartija despierta en el castillo de arena y se da cuenta de que no es un monstruo horrible, sino que es igual a otra lagartija, pero de distinto género. Juntos se enamoran y tienen muchos hijos con los ojos rojos. Como son muchos, nadie se atreve a meterse con ellos. Las lagartijas de ojos rojos conocerán a otras lagartijas de ojos negros y se enamorarán. ¿Quién será capaz de distinguirlas entonces? Un cuento infantil sobre la autoestima y la diversidad.