En 'Sin miedo a educar', Betsy Hart examina los efectos perjudiciales de la cultura de crianza actual, donde los padres, influenciados por expertos, evitan juicios morales y colocan a sus hijos en un pedestal. Hart argumenta que esta permisividad conduce a niños dependientes e infelices, y propone que los padres deben liderar en lugar de seguir, recuperando la responsabilidad de guiar el carácter de sus hijos para que se conviertan en adultos responsables. Este libro cuestiona las suposiciones culturales arraigadas y ofrece una perspectiva sensata sobre la crianza.