En el año 336 d.C., Constantino gobierna el Imperio Romano y el cristianismo se ha convertido en la religión oficial. Arrio, acusado de herejía tras el Concilio de Nicea, ha recuperado el favor del emperador. Sin embargo, cuando se dirige a recibir la comunión que lo reintegrará en el seno de la Iglesia, muere en extrañas circunstancias. Grato, un mártir manco, es llamado por el emperador para desentrañar el misterio que rodea esta muerte, que podría hundir los cimientos de la Iglesia recién constituida. Grato tendrá que investigar la muerte de Arrio para un emperador atormentado por pesadillas, inmerso en las intrigas de una corte medio cristiana y medio pagana, y enfrentarse a sus propias mentiras mientras la sangre corre por las calles y palacios de Constantinopla.